La semana había sido un ir y venir sin tregua alguna. Me esperaba el primer fin de semana libre después de meses enlazando un trabajo con otro. La noche sería mía, así que, decidí irme a uno de mis restaurantes japoneses favoritos de la ciudad y después lo que se me antojase.
Hacía bastante calor por lo que me decante por un vestido de corte clásico entallado y muy femenino a juego con el último par de zapatos que me había regalado Nathalie por mi cumpleaños.
Me miré al espejo antes de salir, me gustaba lo que se reflejaba, tanto que no dudé en dibujar un poco más mis labios de Russian Red.
Al salir llamé un taxi para que me acercase al Restaurante en el que había hecho la reserva y en escasos minutos me encontraba sentada en el decidiendo entre la múltitud de platos que tanto me gustaban.
Si algo no podía negar era que me gustaba tanto el shushi como jugar. Cogía con destreza los palillos para degustar aquellos rollos perfectamente formados. La mirada se fue al frente y se topó con los ojos de alguien que no perdía detalle de cuanto hacía. De forma divertida y pícara empecé a acercar cada bocado con los palillos en un gesto tan sensual que aquel hombre no podía dejar de mirarme. Me resultaba tan divertido como excitante y más teniendo en cuenta que frente a él tenía a una mujer morena enfundada en un vestido plateado.
El mundo es un pañuelo y frente a mí , tenía sentado a Etienne.
Se mostraba inquieto en la silla atento a cualquiera de mis movimientos. Sutilmente con gestos y miradas nos introdujimos en un baile que duró toda la cena.
Quizá en otro momento no habría dudado en acercarme a los baños y hacerle un gesto invitatorio, sin embargo, me apetecía disfrutar del resto de la noche y no había mejor modo que continuar lo que ya estaba empezado
Cuando finalmente pagué la cuenta, me levanté y caminé hacía la puerta pasando por la mesa donde se encontraban sentados. Devolví la sonrisa aquella mujer que le acompañaba y él, al pasar hizo un movimiento en la silla con el cual hizo que se le cayese la servilleta a modo de excusa.
Me agaché en gesto coqueto para devolvérsela, nuestras caras se aproximaron y puede sentir su aliento. Se la entregué y su mirada ardiente le delató.
-Merci Mademoiselle
-De rien, Monsieur et bon profit !
Salí despacio perdiéndome entre los biombos de la entrada. Me mordía los labios divertida por la escena. La noche acababa de empezar.
Llamé a un taxi para dirigirme a unos cines cercanos. Hacía mucho que no podía disfrutar de una película en la gran pantalla y era un buen plan.
En el trayecto a destino escuché un aviso de WhatsApp. Me había olvidado de apagar ese cacharro. Lo que menos quería era un aviso de mi jefe aguándome la primera noche libre.
Bajé la pestañita y sorpresa!.
Etienne : Necesito verte, Juliette
Juliette : Bonsoir, me alegro de que nos hayamos vuelto a encontrar.
Etienne: Dime donde estás e iré a buscarte en cuanto acabe la cena.
Juliette : Tengo planes esta noche y tú parece que también.
Etienne : En 20 mn salgo y quiero saber donde encontrarte.
Juliette : Jajaja, veo que no te das por vencido
Etienne : Nunca
Juliette : 4 Rues des Escaliers Sainte- Anne. En las últimas filas del cine. Disfrute de la cena, Monsieur
Ettienne : Hasta ahora.
Pagué la carrera al taxista y fuí a sacar la entrada para la sesión que ya casi estaba empezada.
Me dirigí hasta la parte final del mismo con cuidado de no tropezar y pensando divertida si me encontraría.
Me acomodé en la butaca y dejé el bolso en la de al lado. Lo cierto es que había más público del que pensé. El vestido abotonado de arriba abajo se abría caprichoso más de lo que me hubiese gustado y no tenía con que cubrirme si guardaba el asiento de al lado. Bueno, al fin y al acabo estaba a oscuras.
Lo vi aparecer enseguida, miraba de un lado a otro mientras buscaba algún mensaje en su móvil que no llegaba. Finalmente nos miramos y se apresuró a acomodarse a mi lado.
- Bonsoir Juliette.
- Bonsoir. Llegas tarde. No te enterarás de que va la película- respondí divertida.
Me devolvió la sonrisa prestando atención a la parte de mis muslos que había quedado descubierta.
Acariciaba mis piernas suavemente fijando la vista en la pantalla, pequeños círculos con su dedo índice que me ponían el vello de punta. Era irresistiblemente tentador. Aparente inmune a lo que hacía. Me cogió la mano y me la puso en su entrepierna notando una inminente erección que acabó de acalorarme aún más. Seguía acariciándome sin más, entregado a cada roce de la yema de sus dedos y yo no podía más. Quería avalanzarme sobre él, algo impropio en mi. Esperaba que él lo hiciese pero tampoco . No lograba entenderlo.
Faltaban escasos minutos para finalizar la película y me separó las piernas con cuidado. Buscó mi sexo entre la ropa interior de encaje negro y cuando alcazó a tocarlo resopló. Resopló muy profundo y hundió sus dedos en él. Aún mi mano en su entrepierna noté como aquello aumentaba provocado por lo que acababa de encontrarse.
Sacó su mano rápidamente para mi asombro y me recolocó el vestido.
- ¡Vámonos!.
- No!, aún no a terminado...
- Vámonos y no te quiero escuchar más.
Sus palabras me cogieron por sorpresa y ni tan siquiera a día de hoy como no respondí. Su mezcla explosiva de caballero con ese semblante serio definitivamente me imponían.
Me llevó cogida de la mano hasta la salida del cine y en una de las bocacalles presuroso me empujó contra una pared llevado por un impetuoso deseo. Me cogió por los muslos y subió el vestido cogiendo fuertemente mis nalgas mientras nuestras bocas luchaban en una batalla campal. Jadeos, mordiéndome sin dejarme apenas respirar creí iba a perder la consciencia un instante.
Se separo y se puso pegado a mis espalda haciéndome notar su sexo en mi trasero y dirigiéndome a donde imaginé debía estar su coche.
- Sube.
- Será si quiero.
- ¡Sube!.
- No...
-Te he dicho que subas. Hazme caso o será peor.
- Jajajaja, Estoy acostumbrada a hacer lo que quiero y cuando quiero.
- Eso sería antes de conocerme a mí, Mademoiselle. Sube al coche.
- Está bien.
No sabía a qué estaba jugando ni lo que pretendía pero aquello de algún modo me gustaba.
Subí y se dedicó a la conducción durante un largo rato sin dirigirme la palabra. No tenía ni idea de hacía donde me llevaba. Me distraía tratando de averiguar qué estaría pensando y con la emisora de música que sonaba en ese instante
Posó su mano en mis muslos de nuevo, aunque está vez me había tapado con el bolso.
Por fin volví a escuchar su voz.
- ¿Te habrá resultado divertida la cena, verdad?.
- ¿A mí?, claro pero creo que la tuya lo fue más.
- No has parado de provocarme en ningún momento.
- No me digas que ahora soy culpable por mordisquear un trozo de shushi- dije sonriendo
Me cogió del pelo en un solo movimiento y llevó mi cara justo a su entrepierna. Podía notar el calor que despedía.
- ¿Notas lo que pasa?.
- Sí.
- Lo mismo que me sucede una y otra vez cada vez que te recuerdo.
- No me diga que por eso me van a castigar en la hoguera-. Dije entre risas.
- Mademoiselle, no me gusta que me contradigan.
- Ni a mí que es lo que tengo o no tengo que hacer.
Me acercó aún más a él quedando estiraba bocabajo en mi asiento. Mientras me acomodaba sentí como me subía el vestido dejando la ropa interior a descubierto. Me acariciaba suavemente las nalgas.
- No te han enseñado aquello que a las personas mayores que uno se les debe obedecer?.
- Venga ya!qué es, dos o tres años mayor que yo ?.
Dejó de acariciarme en seco y dejé de reir cuando sentí una picazón en la nalga derecha fruto del impacto de su mano contra ella.
- ¿Qué estás haciendo?. Para ahora mismo el coche.
- ¿Disculpa?...
- Sí, que qué demonios estás haciendo y que quiero bajarme del coche.
Pasó su mano entre mis piernas buscando mi sexo antes de contestar.
Sonrío satisfactoriamente.
- Te estoy enseñando quien manda aquí.
- No lo dirás en serio, dije indignada. Haz el favor de parar que yo me voy.
- No es eso lo que dice la humedad de tu sexo.-. Le miré furiosa a la vez que incrédula y tal vez un poco ruborizada.
Me besó, suavemente antes de propinarme otro fuerte azote que me sobrecogió. Le miré con tanta rabia …
Volvió a sonreir.- Parece que a Mademoiselle hay que domarla- dijo divertido.
Mi cara debía ser un poema ,boquiabierta.-¡ A mí no me doma ni mi padre!-. Espeté
- Ya lo veremos pequeña fierecilla- dijo mientras me acariciaba el cabello.
Le dedique una mirada retándole.
- ¿ Quieres que pare y te vas?.
- No.
- ¿Estás segura?.
- Si.
Entonces debes saber que este es mi coche, que las reglas las pongo yo y que cuanto hay en él me pertenece incluida tú.
No daba crédito a lo que estaba escuchando pero tampoco quería perdermelo. Se había vuelto loco o jugaba a algo desconocido para mí.
Sácate la ropa interior y guárdala en el bolsillo de mi pantalón. Separa las piernas lo suficiente para que pueda tocarte sin tener que moverme del asiento.
- Pero...
- Sin reschistar. No quiero escuchar una sola palabra. Házlo!-. ¿Me estaba ordenando callar?. Este hombre no sabía con quien se había topado..
- Me parece que no me has entendido. Que no me baje aquí en mitad de un descampado no significa nada más.
- Ni una palabra. Quítate la ropa interior como te he dicho y separa las piernas. Ahora!.
- No..
- ¡Obedece!...
PARECE QUE HA RESULTADO UN POCO MANDÓN, JEJEJEJE...
ResponderEliminarHAY QUE VER COMO SIGUE ESTA HISTORIA.
UN BESAZO JULIETTE!!!
Parece que le gustan las cosas claras y que se haga lo que él decide. ¿Será Juliette una presa fácil?.
EliminarLo veremos!
Bueno parece ser k esta es la 1a parte... la idea de rollo sadi no es que me llame la atencion.... pero estos relatos me sorprenden tanto k puede k acave hasta gustandome.
ResponderEliminarLarubiales
Igual te acaba encantando ;)
EliminarNOOOO! pero por qué ha acabado así? quiero más, YA!
ResponderEliminarjaja al final también se me ha pegado lo ser mandona, es inevitable ;)
En fin, como siempre genial, excitante y muy bien introducido para un segunda parte que seguro se hará esperar, como todo lo bueno...
Besos, Nica.
Precisamente para que le des alas a la imaginación y pienses qué puede sucerder.
EliminarGracias por pasarte, Nica!
Fantástico el relato Juliette, me encanta!!
ResponderEliminarNo nos hagas esperar a la 2ª parte XD, no seas perversa.
BESAZOS, MMORGANA
Las vacaciones han hecho que de un pequeño parón. La rentrée ya está aquí. Un besazo gigante.
EliminarComo tienes q comer el shushi!....ja ja y ese gesto invitatorio....interesante
ResponderEliminarsidg
Con la misma elegancia y sutileza con la que acerco los palillos a los labios,sidg.
EliminarNo sé, no veía a Juliette aguantando a un dominador… ¿Cuál será el premio?
ResponderEliminarEl premio será el que el lector le quiera dar con el final en su imaginación. ¿Qué premio darías tú?.
EliminarUmmmm alguien desafiando a Juliette,a ver como termina la segunda parte,igual se vuelven las tornas y es la Francesita la que acaba dándole las ordenes a Etienne .
ResponderEliminarGenial guapa nuevamente muy excitante pero.........no nos puedes dejar con esta intriga...
Besos
Xorritos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAhí, ahí, que le den *morcilla*, por cascar el culo sin avisar. A ver si al final le mete dos *sopapos* y lo deja atado a la cama.
EliminarHombre, no puedes evitar pensar en las sombras de Grey.. al menos este personaje es creíble, no como la otra que no tenía sangre en las venas.
(edité este comentario porque no sé si se pueden decir tacos aquí, que queda muy feo... mi extraño sentido del humor no siempre cae en gracia por escrito. Pero que las sombras de grey son un zurullo lo mantengo y con el puño en alto)
Jajaja,veo que alguien más tiene la misma opinión que yo en referencia a la famosa trilogía. Lo que lees aquí han sido solo cuatro caricias.A Juliette le van las emociones fuerte. ;).
EliminarSaludos y muchas gracias por pasar y postear.
Podría abrir un blog para poner a todos los personajes a caldo, y no iba a ser bonito ni agradable. Y esa trama...?? porque no quiero ni mencionarla...
ResponderEliminarClara de Noche si que era genial... Verdad?
Lo tuyo es siempre un placer del bueno.
PERDÓN, al bromear sobre personajes malos me refiero a las 50 sombras de Grey! Leí el primero y me pareció un timo, ya sabeis... Era una respuesta al comentario anterior, y por error posteé aquí... Juliette, borre usted este comentario, y apliqueme castigo por torpe.
EliminarTus historias son muy, muy buenas; y lo que más me gusta es tu manera de describir las sensaciones. Como he dicho antes, este trabajo que haces siempre es un placer del bueno.
Tenías razón lencería negra y labios rouge....
ResponderEliminarMe gustan tus relatos, y espero más de Juliette, nada d e presa fácil...
Un beso
InDubio