Restregó sus manos por aquel rostro cansado. Se reclinó ocupando todo el respaldo de su asiento y exhaló un suspiro. Posó lánguida la mirada hacia el típico recuerdo turístico del “Atomiun de bruselas” que Maica le trajo de Bélgica. Formaba parte del elenco de regalos procedentes de la última visita a la capital europea y que sobre su mesa de madera noble ejercía como pisapapeles, con aquellas bolas plateadas ridículas unidas entre sí (que alguna vez había pensado tirar a la papelera). A sus espaldas, la gran ventana de su despacho, mostraba la ciudad de Barcelona que recortaba con su luminosidad un cielo tímidamente estrellado y una luna creciente sobre el mediterráneo. Los teléfonos descansaban después del ajetreo de aquel día y tan solo el tintineo de la luz del disco duro de su CPU rompía la armonía.
Desde su vuelta de las
vacaciones algo cambió irremediablemente. Aquellos días en la
Provenza francesa y sobretodo nuestro encuentro en la gasolinera le
habían perturbado de alguna manera que no podría definir. Después
de mucho tiempo el trabajo no era lo más importante. Después de
mucho tiempo nada era lo suficientemente importante. Incluso, Maica,
aquella sofisticada mujer, accionista mayoritaria de su negocio y de
reputada familia, con la que se veía de vez en cuando; había
cambiado. Ahora, ella, era como aquel pisapapeles del cual quería
deshacerse pero no podía.
Añadió dos trozos de
hielo a un costoso whisky de Malta y se quedó ensimismado en su
recuerdo. Saboreó su copa desoyendo su teléfono móvil que recibía
mensajes que recocía sin necesidad leer. El tiempo que tanto dinero
le costaba se detuvo en la campiña de Avignon entre aroma de lavanda
y mi cuerpo.
Abrió el “MAC”
incorporándose en su cómodo asiento de piel y dejó su bebida
cerca de el. Introdujo su clave personal hasta escuchar el sonido
característico de Windows al prenderse. Insertó sus datos en Gmail
y al momento recibió notificación de 17 correos nuevos. Uno de
ellos tenía en “el asunto” un titulo que iluminó su rostro
cansado: “Juliette”.
Abrió la bandeja de
entrada:
“Que
bueno saber nuevamente de ti, mi sensual
acompañante.
Disculpa por no haber podido contestar
antes
pero he estado ocupada. Me alegro de que
llegaras
bien y que encontraras mi mensaje oculto.
No
voy negarte que me gustó conocerte y que tenía
ganas
de volver hablar contigo.
Besos….Juliette”
Una sonrisa se le escapó
entre el estupor y la alegría mientras respondía a mi correo
impregnado en un aura de erotismo que intentaba asimilar. Me agregó
entre sus contactos apurando su copa de un trago.
Se disponía a apagar su
equipo cuando se iluminó en verde el icono de conexión junto a mi
nombre. Inmediatamente, me mando un saludo al cual respondí en el
mismo tono y forma. Comenzamos a hablar sin consciencia de la hora.
Me comentaba de sus días en Francia y de las ganas que tenía de
regresar. Yo, le iba leyendo y contestando enredados ambos en esa
extraña química que ya vivimos con anterioridad.
Entre risas y frases, iba
subiendo el tono de sus palabras y más aún cuando narraba nuestro
encuentro. Las imagines venían exultantes de morbo a mi cabeza. No
puedo ocultar que el hablar con él también me estaba poniendo muy
caliente. Me confesó, que se estaba empalmando en el lugar menos
adecuado y apunto estuvo de iniciar una video llamada. Yo, intentaba
controlar mis instintos pero el hecho de imaginar su miembro
creciendo al otro lado de ordenador mientras aporreaba el teclado me
parecía muy estimulante. Repentinamente fuimos interrumpidos.
La puerta de su despacho
se abrió de golpe entrando Maica, como un vendaval.
-¿Mario, no habrás
olvidado que teníamos una cita esta noche...?-. Dijo en tono
autoritario.- Vamos, deja el trabajo y divirtámonos un rato.
Llevaba un traje chaqueta
en negro con camisa blanca que le hacía un bonito cuerpo
-Por supuesto...perdona;
me enrede con unos correos y no me dado cuenta de la hora-. Respondió
excusándose.
Se despidió de mi con un
“hasta luego. Estaremos en contacto” y apagó el “MAC”. Se
levantó de su silla y se acercó al perchero donde descansaba la
chaqueta. Se la colocó y dirigiendo sus pasos hacia Maica la besó levemente. Olía muy bien aquella noche, pensó.
Salieron del despacho sin
agarrase para no dar que hablar a las chicas de la limpieza que esas
horas trabajaban por allí. Llamaron al ascensor que no tardo en
llegar a la última planta. La puerta se cerró pausadamente y pulsó
el botón de hall.
Ella, aprovechó para
darle un beso muy húmedo que él recibió de buen agrado. Llevado
por un estado de excitación aun patente empujó a Maica contra la
pared fría y metálica del ascensor. Ella, se sintió violentada
pero no apartó su mirada de los ojos de aquel chico atractivo y
varios años menor que ella que la escrutaba como nunca antes.
Pulsó el botón de Stop y
el ascensor se detuvo en un punto entre el cuarto o quinto piso. El
edificio constaba de varios ascensores por lo que creyó, dispondrían
de suficiente tiempo antes del que el servicio de seguridad
advirtiera de lo que estaba pasando.
Se abalanzó sobre ella
oprimiéndola contra si.. Arrebató su bolso y lo lanzó al suelo. La
tomó de las muñecas y elevó sus brazos por encima de su cabeza.
Ella nunca le había sentido de aquella manera pero le encantaba como
le estaba mordisqueando el cuello y como notaba su sexo erecto sobre
el suyo. De un movimiento rápido bajó aquellos brazos elevados
hacías sus caderas. Mario, cerró sus ojos buscando el aroma de
Juliette; primero en su cuello..., luego en sus pechos que estaban
duros bajo el sujetador negro de encaje.
Se desabrochó el pantalón
sacando su miembro duro. Empujó de los hombros de Maica sin
miramientos hacia a bajo. Ávida por el deseo se la metió toda
llenándose la cavidad bucal por completo. La sentía palpitante y
caliente. Casi no podía respirar pero no dejaba de chupar. La lengua
se movía rápida en círculos y su garganta se adaptaba y dilataba
al tamaño aquella polla. Se la agarró con fuerza mientras marcaba
sus incisivos de forma suave pero intencionadamente en su glande como
si de un rastrillo se tratase. Se levantó impulsada por la pasión y
comenzó a comerle la boca . Sus besos no eran los de Juliette,
tampoco su olor...pero él seguía imaginándome en sus brazos.
No apartaba nuestra
conversación interrumpida de su cabeza.
Metió la mano por debajo
de la falda dejando su ropa interior al descubierto . La reclinó en
el ascensor de espaldas a él. El culo de Maica quedaba expuesto a su
entera disposición. Hacia calor y sudaban. La penetró de un golpe
con sus dedos proporcionándole su primer orgasmo. Su sexo se
encontraba lo suficientemente lubricado como para recibir aquel
miembro henchido y duro. En cada embestida ella gritaba posesa .
Nunca la había tratado de una forma tan ruda y creía que la iba a
reventar. Cerraba sus ojos entregándose al placer. Sus respiración
resonaba amplificada en aquel recinto hermético. Le tapó la boca
con sus manos ahogando sus jadeos.
Con su falda por la
cintura y su tanga enredado en el tobillo, Maica se dejaba hacer.
Mario, introdujo un dedo por aquel culo mientras la follaba con
ganas. Ella, apoyaba sus manos sobre las paredes del ascensor dejando
marcadas sus huellas. Aquello le había dolido pero también le había
acentuado su placer. Él continuó penetrándola hasta que no pudo
mas. Entonces Maica, se arrodilló, le tomó su miembro y
metiéndoselo nuevamente en la boca le proporcionó un orgasmo que
culminó en su paladar. Su saliva se mezcló con aquella corrida que
lascivamente caía por la comisura de sus labios rojos despintados.
Y TODO ESO PENSANDO EN JULIETTE,,, SOLO LE FALTÓ LLAMARLA POR ESE NOMBRE...
ResponderEliminarEXCITANTE TU RELATO, UN BESAZO JULIETTE!!!
¿Te imaginas la cara de póker que habría puesto Maica?
EliminarCómo lo haces para superarte cada vez más y más? siempre me digo muy convencida "Este es mi favorito!" pero a los días me haces cambiar de opinión con otro relato nuevo y totalmente diferente. Increíble! así eres :) y no diré nada más porque me pongo malaaa! Esperaré con ansias el próximo.
ResponderEliminarBesos, Nica.
Los próximos, están horneándose. Un besazo!
EliminarSi, coincido con Nica. Iba leyendo y me excitaba más y más a cada línea...
ResponderEliminarMoreto
Algo que por otro lado sería digno de ver, Moreto.
EliminarNiego la mayor. Hoy no es tan excitante como otros relatos anteriores. Pero sigo diciendo que escribes bien, deberías plantarte editarlos.
ResponderEliminarSaludos
Quien sabe si en un futuro próximo se lleva a cabo. Gracias por pasarte!
EliminarYo que pensava que se iba a dejar el mac encendido..... jolin que retorcida soi jajaja.
ResponderEliminarMe gusto mucho el relato. Deseando leer el proximo. Besos.
¿Retorcida? Mejor dicho, mucho mobosa. Kisses!
Eliminarsiempre me han parecido soberbios los ascensores para el sexo
ResponderEliminarencantada de conocerte
El placer es mío, Shang Yue!
EliminarJuliette !!! Tus relatos siempre tan excitantes,provocan humedades......despiertan mi lojuria ahhhhh me vuelves loca!!!!! espero con ansia la próxima entrega
ResponderEliminarBesos Cielo
Xorritos
PD:Mándalos a una editorial
Muy bien momento pasional...... Vaya tengo un correo de Juliette........y el relato me ha encendido....pufff. sidg
ResponderEliminar¿Qué pasaría si realmente recibieses un correo de Juliette, sidg?.¿ Mueves ficha? jajaja
EliminarEso mismo me pasa a mí... cuando veo la lucecita verde de mi francesita favorita... Lo único que yo me vuelvo tan loca... que ni recuerdo apagar el ordenador!! Qué buenos recuerdos me vienen a la memoria cuando comienzo a leer el relato... y que calores me entran cuando acabo de leer!!!... Voy a darme una vueltita en mi escoba para apagar excitacion!!! Besos de tu brujita!
ResponderEliminarCoge la escoba y nos marchamos juntas, Bruja.
Eliminarummmmm,me tienes revolucionada, asalvajada,la temperatura sube mas y mas,con cada relato me enganchas mas,,,,,,,,,,,,
ResponderEliminarEspero con ansia poder ver mas
Besos
Xorritos
Muy estetico tu blog y tus fotos... Te invito a probar nuevas sensacione; cesion de poder, entrega de tu voluntad, tu sexo y tus orgasmos. Busca al Amo adecuado y disfruta de la entrega. Espero que lo reflejes en el blog. Si tienes dudas, preguntame. themaster10b@gmail.com
ResponderEliminarUn beso.
Vuelvo a leer otro de tus relatos, y automaticamente la imaginación se dispara. Genial, absolutamente lleno de erotismo. Dificil no trasladarse a cualquier cubículo con botones que haga subir la líbido. Sigue escribiendo así Juliette...... Mis felicitaciones de nuevo,,, y hoy que es v´spera de Reyes, por supuesto que echaremos un vistazo al correo.
ResponderEliminarBesos
Manel/Raybann