En el preludio de la incoherencia donde reside la zafiedad
de la palabra, se entreteje y se
deshilacha pensamientos desordenados e
inconclusos. Allí ejerzo la
desobediencia de la ética y de los modales, los cuales tomo, los destrozo, los desmenuzo
y sumerjo en pos de mis designios.
Dueña de mi bañera…agua caliente que me inunda. Allí donde la piel desnuda emerge blanca, sobre la aún mas blanca espuma de refinado
aroma.
La puerta entreabierta (para qué cerrarla…), allí es por donde el vapor se escabulle y se
difunde en el aire frío y perpetuo.
La música que me rodea, cautiva y estremece enjugando mis sentidos.
Sentidos estos, que se funden en un aria de Puccini, en la que una Madame se
deja seducir por la oscuridad más absoluta.
Así mi mano surge como una venus naciente de Botticelli entre el crepitar de la espuma que se adhiere
y resbala entre los dedos recorriendo mi piel expuesta.
Alcanzo una manzana verde de piel brillante y aspecto pecaminoso. Allí mis labios se
posan, la rodean y la poseen. Allí los dientes
se ensartan en su carne desgarrándola en una lasciva mordedura. Luego se
retiran, al igual que un pétalo se
desprende de una rosa dejando ver la pulpa que en mi boca se encuentra.
El frescor de su jugo, plena y enervan mis papilas gustativas
que se siente atizadas por la irreverencia de su ácido sabor.
Me dejo zozobrar aun más en la bañera hasta que el agua
alcanza justo el mentón, y mi propia respiración esparce la espesa capa que el
jabón produjo.
En una mano tengo la
manzana que alimenta mi ser, la otra en cambio, perpetra con desdén bucear
entre mis piernas para saciar mi deseo…
Mis muslos se van abriendo sin mayor oposición, dejándome
aun más desnuda en mi desnudez, y más indefensa ante mí voluntad aturdida y
visceral.
Poso la manzana sobre una de la esquinas de mi robusta
bañera con la marca de mis labios en ella y tomo el “Diario Secreto de
Nathalie”, abriéndolo por una página cualquiera.
La música continuaba enarbolando mis oídos, llenando el vacío. Las palabras escritas de Nathalie ocupaban mi cabeza.
“… Le miré a los ojos y no cabía duda de lo que aquella
mirada insinuaba.
Me deslicé entre sus piernas y puse mi mano sobre la
bragueta de su pantalón. Busqué y palpé.
Podía notar su nerviosismo…aun la tenía adormecida en su ropa interior.
Subí hasta su cara y comencé a besarle sin apartar la mano
de su entrepierna esperando una respuesta o signo. Así ocurrió sus piernas se
aflojaron estirándose mientras su pelvis se elevaba dejándome sentir en mi mano
como su miembro crecía.
Desabroche el botón y baje la cremallera de sus
pantalones. Introduje la mano por dentro
de su slip. Estaba completamente depilado y mis dedos campaban a sus anchas sobre su piel
desnuda comenzaba a sentirme muy excitada.
Saque su miembro, el cual iba adquiriendo un considerable
tamaño. Intenté sacar sus testículos pero la tirantez de pantalón me lo impedía,
así que se los bajé con delicadeza, para que estuviera más cómodo.
Con mi mano izquierda inicié un masaje a sus testículos. Un
masaje en círculos en la que mi palma y mis dedos trabajaban sin descanso. Mi
mano derecha recorría todo el cuerpo de su miembro… a ritmo lento y suave.
Mi mirada se clavaba en la suya mientras su glande rozaba la voluptuosidad mis labios
entreabiertos…”
Me resultaba tan excitante aquel recuerdo vivo escrito por
Nathalie en el diario que mis dedos comenzaron a jugar con mi clítoris, ya en
ese momento henchido.
“…la uñas de mi mano izquierda, se las pasaba por el escroto
erizándole la piel.
Me pasé la lengua por los labios, a fin de humedecerlos y
que estuvieran más lubricados y resbaladizos. Entretanto, no apartaba ni un
ápice la mirada de él que estaba en sumun de la excitación.
Apreté poco a poco su miembro mientras iba bajando mi mano
hasta la base de este.
Sé que quieres mirar,
pensé, a los hombres os encanta ver como os la chupan. Como nos la metemos en la boca, jugamos con
ella, la empapamos de nuestra saliva y nos la metemos bien adentro al punto de
la arcada.
Puse la boca perpendicular a su sexo y recalando toda la saliva que disponía
me pase la lengua por los labios, sin poder evitar que parte de esta saliva
cayera sobre su punta y se deslizara hasta sus testículos mojando mi propia
mano…”
Mis dedos ya no solo jugaban con el clítoris sino que
también me penetraban proporcionándome un placer indescriptible. Deseando que mis
dedos fuesen aquel miembro del que
disfruta mi amiga .
“…Recogí aquellas gotas de saliva desde la base su pene con
mi lengua y fui subiendo sin quitar mis ojos de suyos. Él en cambio, cerraba sus
parpados presos de su deseo. Como digo, fui subiendo por el cuerpo de su pene
lentamente hasta alcanzar la cima, entonces giré mi cabeza de lado y simule
morderle, suavemente colocando mis dientes en su carne dejando la marca de mis
incisivos sobre su glande.
Volví a dejar caer mi saliva sobre él y lo esparcí por todo
su miembro con mi mano. Una vez bien lubricado comencé a chupar, primero un
poco luego intentando metérmelo todo en la boca. Adaptando mi lengua y mi
garganta al tamaño que tenía.
Apretaba sus testículos y llevaba mi mano incluso un poquito
más atrás, justo antes de llegar al ano, donde se encuentra la base del musculo
de la erección…”
Con ambas manos bajo el agua y la respiración cada vez más
jadeante mi cuerpo se iba estremeciendo más y más. Mis muslos se apretaban
entre sí impidiendo que mis dedos escaparan de dentro de mí.
“…Después, de lamer un montón de veces y de chupar pausada y
rítmicamente empecé a notar ese punto de frustración en él sino comenzaba a tomármelo
mas enserio. Atormentar está bien, pero una tiene, y debe saber cuándo ha
llegado a ese punto en que la cosa empieza a ponerse seria.
Le pegué un lametón en el mástil del miembro y se lo sostuve
con fuerza a la par que le masturbaba enérgicamente. Pasé rápidamente mi
lengua, por todo el contorno de su glande e incluso en el interior de mi boca. Bañe mi paladar
con el líquido preseminal que comenzó a brotar y que esparcí por todo su
miembro y mis labios.
Estaba disfrutando con aquella mamada y me la metí toda en
la boca como si fuese un helado. Se volvió loco de placer. Le podía escuchar
gemir. Se retorcía en aquel sofá.
Acomodaba mi cuello para que entrase mas…no resulta fácil,
pero si tienes experiencia y sabes hacerlo puede entrar toda.
Noté que había llegado el momento. Su miembro empezó a convulsionar
y sus testículos se contrajeron en mi mano. La saque de mi boca justo en el
momento en que comenzó e correrse. Su semen estaba caliente y brotaba a
borbotones con cada sacudida de mi mano. La note en mis mejillas…en la comisura
de mi boca…, en el contorno de mis pómulos…, precipitándose desde mi mentón sobre
él y sobre mi…”
Mi mano derecha broto con la fuerza un géiser, de aquel agua
caliente agarrándose a la bañera...mi
cara se sumergió en aquella superficie
jabonosa, derrotada por el orgasmo que acababa de alcanzar para brotar
nuevamente envuelta en la espuma blanca que se iba deslizando por mi barbilla.
Así fue, como terminé aquella noche antes de irme a la cama
a descansar.
Buenas noches…bonne nuit.
Juliette! Que perversa eres leyendo mi diario a tus anchas y a escondidas en tus momentos de relax en la bañera! Aunque e de reconocer que me excita saver que lees mis relatos y te gustan tanto como a mi picarona! Aunque saves que me gusta mas ? Tener tu sexo en mi boca y saborear ese dulce amargo sabor que tienes tan adictivo! Estoy deseando verte ! Mientras me tocara seguir acariciandome pensando en nuestros momentos mas hot. Te deseo juliette. Bisous amor.
ResponderEliminarExcelentes esas fotos tuyas. Viéndolas, me permito la licencia de imaginarte con un elegante conjunto de lencería negro, tumbada sobre la cama boca abajo. Poner bajo tu vientre uno de los cojines para levantar tu hermoso culo, bajar tu tanga semitransparente hasta tus rodillas, separar un poquito tus piernas, cogiendo cada nalga con una mano y separándolas para descubrir tu sexo mojando y sumergir en el mis labios, saboreando tu esencia pasando incesantemente mi lengua por el y deleitándome con la sensual armonía de tu sinfonía de jadeos y suplicas.
EliminarMe encantaría poder sostener esos pechos con mis manos mientras beso ese cuello tuyo.
Interesante y muy erótico relato. Doble ración de sensualidad tanto visual como escrita que embargan los sentidos e impregnan el ambiente de lujuria. Que decir de ese hermoso cuerpo desnudo de Nathalie con ese culo redondo y esos pechos cubiertos por esa melena dorada con las marcas aún del sujetador que han estado aprisionando y reteniendo esos hermosos pechos redondos.
ResponderEliminarNo me extraña Juliette que te excite pensar en semejante mujer empleándose a fondo con el miembro de un hombre y sabiendo cuanto lo disfrutó. Cualquiera lo haría. El relato me traslada mentalmente a esa situación despertando en mi el anhelo de estar observando a través de esa puerta entreabierta. El irrefrenable deseo de poder espiarte mientras te abandonas a la lujuria y el placer, viendo como tus manos desaparecen bajo el baño de espuma y provocan sendas ondulaciones mientras acaricias y penetras tu ser. Viendo tu cara que desconozco sonrojarse, apretar tus labios y morderlos suavemente mientras juegas contigo misma.
Verte salir del baño con esa toalla envolviéndote seca y mojada y manteniendo la esperanza de que aún te queden más ganas de jugar antes de abandonarte en los brazos de Morfeo. Desearía atrapar ese pezón entre mis labios y jugar con el mientras escucho la música celestial de tus gemidos sordos y profundos.
Un gran relato, uno más.
Gracias por los piropos. Me sacaste una sonrisa cuando te lei. Si supieras todo lo que esconde ese diario tu tambien te abandonarias en la lujuria! Bisous catalan.
EliminarUN RELAJANTE BAÑO ANTES DE IRSE A LA CAMA, SEGURO QUE TUVISTE MUY BUENOS SUEÑOS.
ResponderEliminarANDA QUE SI ESA BAÑERA HABLARA, JEJEJEJE...
UN BESAZO JULIETTE!!!
Uffff se me ha puesto la carne de gallina (y el miembro...) al imaginarme cada detalle de tu relato!! Casi he sentido como estaba allí mismo...quien pudiese estar en manos de una mujer tan poderosa!!
ResponderEliminarbaños así, con el frío invierno golpeando a las puertas, por favor, a todas horas ;)
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