jueves, 10 de octubre de 2013

La exposición (13)

Llevaba días esperando aquel evento. Desde que recibí la invitación busqué como una loca un vestido que ponerme para la ocasión que se me presentaba. Reservé hora en una de las peluquerías mas afamadas de Avignon y creo que estaba tan nerviosa que en el último momento me plantee el ir o no ir. Necesitaba de la compañía de Nathalie para no acudir sola y como era habitual en ella, me dejó hasta el último minuto esperando un mensaje que no llegó.

Recuerdo que respiré hondo un par de veces, llenando de aire mis pulmones e insuflándolos de confianza. Saqué de mi pequeño y coqueto bolso, a juego de mis zapatos, mi barra de labios y aprovechando el retrovisor de un coche aparcado en la otra acera, me los perfilé. Este gesto me lleno de fuerza. Erguí mi cuerpo caminando con paso firme hacia la puerta haciendo repiquetear mis tacones. Me acerqué, decidida al portero, quien tomando mi invitación me ofreció un tríptico de la exposición.

Las salas estaban pintadas de un color chocolate y tamizadas por la tenue luz que proporcionaban los LED que desde el techo embovedado, creaban una atmósfera aplacible. La música de “Sarah Brightman” acompañaba como hilo musical a los visitantes en un tono bajo y conciliador. De las paredes surgían aquellas obras artísticas cuyos autores noveles soñaban con hacerse un hueco en el ya complicado escenario que representaba el ambiente mas intelectual y respetado de la ciudad.

Los cuadros simétricamente expuestos, lucían maravillosos entre el blanco inmaculado del mobiliario moderno que revestían los exiguos salones de aquella galería. Una galería sencilla pero de notable prestigio donde caza talentos y gente hambrienta de inversiones en arte, acudían en busca de los nuevos diamantes que iban emergiendo, deseosos de encontrar aquella pieza o aquel lienzo que revalorizara a sus codiciosos bolsillos.

Un camarero, me ofreció una copa de champagne y un canapé. Prescindí del canapé ya que el foie no es una de mis pasiones y me humedecí un poco los labios con el líquido dorado que había en en la copa. La gente iba y venía mirando, examinando, escudriñando con la mirada cada boceto o escultura.

En la sala número dos, al fondo me encontré conmigo misma. Tumbada y semidesnuda cubierta por una leve gasa que se posaba etérea sobre mi anatomía. Me devolvía la mirada fija y penetrante. Casi, podía captar el ritmo de mi respiración serena y anodina a través del retrato.

-¿Le gusta, verdad?-. Dijo una mujer elegantemente vestida, de unos cincuenta y tantos años , de pelo canoso, quien dando un paso hacia adelante se situó a mi altura.- Es una preciosidad. Sin duda el plato fuerte de la exposición. El joven artista lo tiene en alta estima, y en alto precio, pero sin duda merecido.
  • Brigitte, hay cuadros que son pintados con el pincel del alma-. Dijo una voz proveniente de uno de mis costados-. ...Y solo soy un Pigmalión deseoso de verlo cobrar vida. La belleza que encierra solo pertenece a quien posó para ello.
  • ¡Oh, por favor!.¡Me sacarás los colores!.
  • ¡Bienvenida Juliette!-. Dijo, Jean Paul regalándome tres efusivos besos.- Pensé, que no vendrías y necesitaba de la presencia de mi modelo predilecta.-Sostubo la mirada fija en la mía.- Tu serás quien atraiga la suerte que necesito.
  • No podía perdérmelo por nada del mundo. De hecho, cuando vi mi retrato como reclamo en el periódico no daba crédito...
  • Ya veo-. Interrumpió Brigitte.- Eres la mujer del cuadro...Oh, querida es un placer poderte conocer en persona-. Dijo mostrando una cara de sorpresa mientras posaba su mano en mi antebrazo.- En fin, no alcahueteo más y vuelvo a mi puesto que es el atender a los visitante.
  • Gracias Brigitte-. Dijo mostrando una hermosa sonrisa.- Brigitte, es una de las copropietarias de galería y una de mis mecenas.


Estuvimos recorriendo el recinto mientras Jean Paul me iba explicando las obras que nos encontrábamos a nuestro paso. Los camareros nos ofrecían bebida y comida a cada instante. Aun con mi copa llena, ensimismada, me deleitaba con los comentarios de mi amigo rendida a sus conocimientos artísticos. Absorta como estaba entre tanto arte giré sobre mis pasos llevando mi bebida contra uno de los visitantes.

  • Oh, Mon Dieu!,excuse moi...no pretendí..-. Dije avergonzada ante mi torpeza
  • No es nada; tranquila-. Me interrumpió-. No es uno de mis mejores trajes. Aunque esto, Juliette, empieza a ser, una mala costumbre.-. ¿Quién podía llamarme por mi nombre?, pensé. - Aún puedo leer la portada de “Paris Match” en uno de mis pantalones....
  • ¿Etienne?...No puede ser.
  • ¿Os conocéis?. Preguntó Jean Paul.- Vaya, qué casualidad.
  • Sí; claro que nos conocemos, pero ya hace algún tiempo que no se nada de ella y eso que, algún mensaje le he dejado-. Apostilló, clavando aquellos ojos verdosos en mí.
  • En tal caso, hablamos de un accidental reencuentro-. Se le notaba la mirada interrogante cuando Jean Paul dijo aquello. Me sentí algo incomoda ante la situación. - Perfecto entonces; os dejo y sigo atendiendo a los invitados. Por favor, disfrutad de la exposición y si alguna cosa hacedmelo saber. Estas bellísima Juliette-. Y desapareció entre la gente.
  • No sabía que te interesara el arte-. Dije en tono seco.
  • Hay muchas cosas de mi que no sabes. Como la factura que desembolsé para reparar el arañazo alevoso que propinaste a mi coche con tus llaves.
  • No soy fácil de dominar...dije llevando la mirada al techo
  • Ya veo; creí que te gustaba aquel juego...
  • Me gusta el juego cuando yo acepto las normas
  • Eres excepcional y muy bella. Esta noche estás radiante. Tu amigo el pintor sabe apreciar la belleza.-. Y la mirada fue de autentica admiración tanto que me sonrojó. -Permíteme decirte, y tómatelo como un halago, que nunca había pagado una factura con mayor satisfacción-. Y no pudo disimular una leve mueca de sonrisa en su rostro ni yo en el mío.
  • ¿Amigos?-. Dijo tendiéndome su mano.- Aunque esto igual, me cuesta alguna factura mas y algún traje nuevo.
  • Amigos-Dije, tomando su mano y dándole unos besos en la mejilla que él no esperaba . -Y no dudes que esto te costará otra factura; ya puedes comprarle un cuadro a mi amigo.
  • Hecho-. Respondió-. ¿Quién puede decirte que no?.
  • No lo hagas, si no quieres perder algo mas que un traje-. Dije con cierta picardía y un guiño de ojo.- Ahora he de irme. Es tarde y estoy cansada.
  • Entiendo. He quedado con un amigo por aquí el cual debe de andar buscándome-. Diciendo esto me volvió a dar unos besos como despedida y me marché con una incipiente quemazón en mi interior.




La noche estaba hermosa y cálida en esos últimos días de verano. Las estrellas dibujaban un cielo maravilloso que ni las luces de la ciudad podían mitigar. Una pareja tonteaban en arrumacos en el banco de un jardín cercano ajenos a mis tacones que resonaban a cada paso. Pasos que fueron enmudecidos por el ruido de ensordecedor de una moto que se me acercaba a mis espaldas. Asustada me giré y pude ver un moto de gran cilindrada con completamente negra. El motorista iba con un traje negro que me pareció reconocer y un casco de mismo color que se quito cuando llegó a mi altura parando su vehículo junto a mí.

  • Hermosa noche, mademoiselle, para estar sola paseando por estas calles. Me sentiría mas cómodo si la llevase a Palacio. No son las doce y mi carruaje aun no se a transformado en una calabaza por lo que podríamos dar paseo antes de dejarla en sus aposentos.
  • ¿No habías quedado con un amigo?. Pregunté
  • Había...pero no quiero estar con un traje manchado delante de la alta sociedad de Avignon. No obstante dejé el encargo del cuadro a mi amigo. Siempre cumplo lo que digo.
  • Mmm, pero no llevo el traje mas adecuado para montar en ese carruaje caballero.
  • ¿Desde cuando a Juliette, le pueden las formas?-. Replicó poniéndose el casco y dándome uno que llevaba consigo.
Remangué la faldita hasta la altura del culotte, dejando lucir los muslos sin pudor para así subir a la moto. No sin dificultad, me puse el casco y en breves segundos, Etienne, enfiló la avenida a una velocidad vertiginosa. Pegué el cuerpo al suyo agarrando con fuerza su pecho. Casi podía sentir vaivén de su tórax al ritmo de su respiración. Las luces de las farolas parecían estrellas fugases pasando ante mí. Los coches parecían sacados una carrera de caracoles; lentos y pesados.

Podía escuchar el aire que exhalaban sus pulmones y suave silbido escapando de su boca. Los cascos disponían de un sistema de comunicación para poder hablar entre nosotros. La velocidad me asustaba pero a la vez también me daba un subidón de adrenalina que me entusiasmaba.

  • No corras tanto. Nos van a multar.
  • ¿Multas a mi?...no,no,no...Relajate y disfruta del paseo.
  • ¿A qué te dedicabas?-. Pregunté intrigada
  • Si te lo contara te tendría que matar.- Y diciendo esto, entre risas, tomó la variante y bordeando la ciudad nos adentramos en la carretera y la noche.


Llegamos a la cima de una colina donde la vista de la ciudad llamada, de los Papas, se extendía exsultante ante nuestros ojos, con sus luces y monumentos mas representativos brillando en la noche. Paró la moto y nos quitamos el casco. Mi pelo recogido estaba deshecho y acabe por soltarlo. Etienne, bajándose de la moto, me agarró con fuerza y me apeó de ella sosteniéndome en peso. Sus labios carnosos se unieron a los míos entregados. El mundo se paró... o eso parecía. Nuestras bocas entre abiertas se atraían con un magnetismo casi sobrenatural. Las lenguas no tardaron en unirse a la fiesta y ser puente de nuestro deseo. Mis manos se enredaron en sus cabellos sosteniendo su cabeza como un candado a una cadena. No quería que el tiempo volase y pretendía aferrarme a él sin dejarle escapatoria. Rodeé con mis piernas su cintura fuertemente emulando a mis manos. Sentía sus cuerpo caliente. Su respiración se aceleraba con la sincronizándose a la mía. Mordía sus labios y su cuello mientras él me sostenía en el aire en un alarde de fuerza. Agarrándome de mis glúteos.

Me apretó contra él. Pensé que que me iba a destrozar de lo fuerte que lo hizo, pero esa presión, lejos de proporcionarme dolor, me excitó aún mas. Dejándome lacia pero expectante. No sé cómo, Etienne hizo un movimiento rápido en el que me zarandeó como si de un pelele me tratase y por un momento creí estupefacta que me estrellaba contra el suelo; pero no fue así, mi espalda se encontró con el mullido asiento de la moto que soportó sin flaquedad y vigorosa mi peso. Mis piernas, liberaron su cintura y quedaron suspendidas en el aire mientras su mano presionaba mi pelvis y su boca succionaba mis mulos. El roce de su lengua sucumbía al tacto de mi piel adaptándose a cada pliegue y surco.
Mis dientes presionaban mis labios alternativamente los cuales quedaban aferrados a la prisión de mi propio deseo. Mi cabeza, mi mente obnubilada y obtusa se confundía en la visión de su cuerpo recortando el cielo. Sentía sus mordidas que parecían desgarrarme. Le deseaba y lo deseaba tanto que le quería dentro de mi. Su labios sondeaban mi sexo y su lengua me lo recorría sin pausa y decidida. Mis manos por encima de su cabeza jugaban con los mechones de su pelo que suaves se deslizaban entre mis dedos.
Noté un fuerte tirón de mi ropa interior para inmediatamente verla arrojada y destrozada contra el pavimento. Mis manos pasaron a ser sujetadas por las muñecas apresadas por las de él, quien me las izó sobre la cabeza hasta colocarla en las manillares de la moto. Así, con mis manos en los manillares y mi espalda sobre la moto mis cuerpo quedaba expuesto a sus caprichos.

Se abalanzó sobre mi escote arracancándome parte del vestido que tanto trabajo me había costado encontrar. Introdujo sus dedos dentro de mi y comenzó a moverlos. Jadeaba sin sentido del placer mientras con su mano oprimía mi boca. Estuvo así un rato que no sabría cuantificar. Luego me incorporo. Pude ver sus dedos empapados de mi.

Me sentó sobre el depósito de gasolina y él se aposentó en el asiento del piloto. Estaba sin los pantalones y su miembro erguido se exponía ante mí. Me agaché y me la introduje en la boca. Era firme y caliente. Comencé a lamerla de principio a fin , succionandola suavemente a cada tramo y rodeándola con mis labios que se adaptaban a su forma.

  • Metela más adentro-. Me pidió

Tome aire y me la introduje cuanto pude. Las arcadas arreciaron pero las contuve
La Boca se me llenó de abundante saliva lo que favorecía la penetración de mi garganta. Etienne se estiró un poco hacia atrás dejándome mas patente su excitación. Verle así e introduciéndola tanto por adentro de mi garganta consiguió que alcanzara un orgasmo en aquel instante. Luego agarrándome de ambos lados de la mi cabeza comenzó a moverse sin parar y cada vez más adentro de mi boca. Creí que me ahogaba pero mis manos acabaron masajeando mi clítoris. Posteriormente me agarró y apoyada en el asiento sobre mi pecho , me penetro. Salvajemente las piernas me flaqueaban y no tardamos en culminar al mismo tiempo.

Días mas tarde, volvía a casa después de una mañana ajetreada. Nathalie, me recibió con un dulce beso y alejándose de mi, me dijo, que habían traído un paquete enorme a mi nombre con una nota y que estaba en el salón. Efectivamente era enorme y cubierto con el clásico papel marrón de embalar y rodeado de laminas de plástico de burbujas para evitar roturas.

Tomé unas tijeras, y comencé a desempaquetar. Me quedé muda y sorprendida al ver mi retrato ante mis ojos. Pregunté a Nathalie. Dónde estaba la nota, que con los nervios no era capaz de encontrar. La busqué y la abrí.

Lo prometido es deuda. Me vuelves a resultar bastante cara, preciosa,
pero tú lo mereces. Disfrútalo”
ETIENNE.-




22 comentarios:

  1. Un relato eróticamente alevoso. Lo que daría por ver ese retrato…

    Besos.

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    1. Gracias por tu comentario,Bardo. Para mí es realmente un placer poder disfrutar de los escritos y las fotos que me haces llegar.
      Bisous

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    2. Pues me alegro de saberlo, bella Dama. Por cierto, ¿para cuándo nuevo retrato, digo relato?

      Ardo en deseos (nunca mejor dicho) de leer tus textos acompañados de tus exquisitas imágenes-puzzle con que los ilustras.

      Besos ;-)

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  2. Superbe histoire encore un fois, j'adore te lire! ;)
    Au plaisir

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    1. Merci!. Tu es très gentil et j´aime bien parler avec toi.

      Je t´attend comme toujours ici où dans le chat.

      Gross bisou

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  3. YO TAMBIEN QUISIERA VER ESE RETRATO...
    ESTUPENDA VELADA DE ARTE Y UN VIAJE EN MOTO.
    UN BESAZO JULIETTE!!!

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    1. No me diga Lord Shadow que le atrae la velocidad tanto como a mí.

      Gracias por su visita y espero "verle" pronto.

      Bisou

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  4. Quizás tu retrato sea un poema sin palabras...

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    1. Gracias por el post que me dedicaste en tu Blog y gracias por el comentario en el mío.

      Espero que te estés en perfectas condiciones y con ganas de dar guerra.

      Recuerda que tenemos un "After eight" pendiente.

      Sin besos! ;)

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  5. Mm magnifico relato. Es un regalo poder leer esta clase de relatos. Me encanto y el toque del final...de la nota es buenisimo. Me fascino. Ya espero el proximo con ganas.

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    1. Gracias por pasarte y dejar tu comentario.

      Espero seguir fascinándote con el resto.

      Kisses rubia!

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  6. Ma Cherie Julliete!!
    Como siempre, erótica, sensual y excitante.
    Me cautivan tus relatos. Termino de leer uno y ya espero ansiosa el próximo. ;P
    Un Beso <3

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    1. Soy yo la que espera nuestra próxima charla con impaciencia.

      Bises!

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  7. Es imposible dejar de leerte. Precioso, sensual y erotico como siempre.
    Y yo no hubiera comprado el cuadro. Yo hubiese preferido tener la oportunidad de pintarte.
    Un besazo
    J...

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    1. Me parece a mí que tal como eres, no te da tiempo ni a preparar el lienzo!!

      Kraff30, muchísimas gracias por el comentario .Trabaja mucho que con el tiempo libre, ya sabes lo que pasa.

      Gross bisou!

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    2. Tener la oportunidad no es lo mismo que pintarte.
      Se me da mal la pintura, pero contigo me esforzaría al maximo.
      ;)
      Besos preciosa
      J...

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  8. Muy bien llevada la narración, los personajes que reaparecen, se entrecruzan, desaparecen, la sensualidad excitante, y el estupendo final. Hasta me siento celoso de Ettiene, de Jean Paul... de Nathalie!

    Moreto

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    1. Gracias a ti por tu comentario, sugerencias y por esas conversaciones tan entretenidas que mantenemos.

      Kisses!!

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  9. Qué bueno!! Cómo has hilado con la anterior!!! Y le has dado un final!! Qué bueno!!!!

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    1. Gracias por pasarte!!.

      De eso se trata. Aún siendo historias independientes giran en torno a lo mismo.

      Espero que te sigan gustando el resto que tengo preparadas.

      Hasta pronto!

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  10. Me encanta como escribes y describes los echos

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    1. Muchas gracias Mireia y bienvenida a mi pequeña morada.

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